Vistas de página en total

viernes, 30 de octubre de 2015

NASA finds energy that escapes from the gravity of a black hole. Arnau found it before : )

NASA finds energy that escapes from the gravity of a black hole (2015).


Arnau Rodriguez Illamola, here, writing, writes about temporal energy communication between black holes and "light points" (2008) on the non published book "The Limit" witnesses readers: Jose Antonio Rodriguez Álvarez, Julio Rodriguez Álvarez, Diego Fraga Agudo, Javier Ortiz:



"...

Pero Hawking introdujo nuevas ideas y conceptos a las matemáticas de la relatividad para explicar el enigmático evento de los agujeros negros. Llegó a pensar que en esos cuerpos, por llamarlos de alguna forma, el comportamiento de la materia no seguía los parámetros establecidos para el resto del Universo. Los datos que él manejaba incluso le hicieron sugerir que en esos puntos oscuros, se creaban y se emitían partículas subatómicas, algo muy extraño hasta la fecha, pues, ¿cómo podían dispararse partículas en un agujero superando su fuerza gravitatoria?
-¿Atravesando el tiempo?
-Eso quisieron demostrar posteriormente. Pero en realidad, pese al entusiasmo inicial por tal posibilidad, la conclusión matemática final fue que esas partículas eran disparadas por las fuerzas de inercia  descomunales de las órbitas de atracción de la materia que sucedían en los agujeros. Sucede que la atracción ejercida por una fuerza gravitatoria puede alcanzar determinada magnitud que cierta materia, un porcentaje despreciable en realidad, de la masa atraída se vea expulsada por la inercia de fuga orbital. ¿Comprende?
-Habla de la fuerza centrífuga.
-Bueno, la fuerza centrífuga no es en sí misma una fuerza real, sino solo la consecuencia de mantener una inercia inicial en una órbita por tendencia al mantenimiento del movimiento, pero sí, puede decir fuerza centrífuga, para que nos entendamos.
Así que por esa vía, de viajes en el tiempo, nada de nada. Pero posteriormente hubo más sorpresas, resultó finalmente que en los agujeros negros había un balance negativo. No toda la materia se transformaba en energía gravitatoria o se liberaba escapando de esta. Se descubrió que había materia que literalmente, desaparecía. Durante muchos años se pensó que esos estudios estaban mal desarrollados. No era posible tal fenómeno, pues la ley de la conservación de la energía era un fundamento incuestionable y nada en el Universo podía entonces desaparecer, ni tampoco crearse de la nada.
-Solamente transformarse.
-Efectivamente, solamente transformarse. Ese es el único paradigma incuestionable. Así que se repitieron las mediciones una y otra vez con la esperanza de encontrar el fallo. Pero siempre se obtenían los mismos resultados. La teoría de la relatividad y las bases físicas fundamentales, en principio imperecederas, comenzaron a tambalearse hasta que Richard Pool tuvo una nueva e ingeniosa idea para encajar todo aquel puzzle y así salvar a la física de su aparentemente irremediable crisis. Pool pensaba obviamente que ni la luz ni la materia podrían desaparecer del Universo, ni tan siquiera en un agujero negro. Por lo tanto, aquella parte que no era convertida en energía gravitatoria del agujero tenía que encontrarse en algún otro lugar. En ese caso, como lo demostró posteriormente en sus matemáticas, en otro tiempo. De ese modo se mantenía la ley de la conservación de la energía, solo que ahora esta englobaba el espacio y el tiempo a la vez. Nada se crea ni se destruye en el Universo aunque sea a lo largo del tiempo... Fue como una revolución científica comparable al cambio que sufrió la física con Einstein. Incluso se creó un símbolo matemático solo para definir ese, "aunque sea".
Así pues, se propuso formalmente y por vez primera, que ciertas partículas viajaban temporalmente a través de los agujeros negros. Hasta ese momento, aquel supuesto solo podía leerse en novelas de ficción. Las expectativas del Universo y de sus posibilidades cambiaron entonces radicalmente. 
Evidentemente, fue mucho más tarde, como ocurrió con la relatividad general, cuándo se probó la teoría de Pool al descubrirse que en ciertas zonas del Universo se estaba creando luz de forma espontánea, aparentemente de la nada, desde ningún cuerpo, estructura o explosión de materia. Por lógica, a esos puntos sin masa pero luminiscentes, se les dio el nombre de puntos de luz.
Como puede suponer, fue en ese momento, tras descubrir la existencia de este fenómeno, cuando comenzó una extraordinaria empresa científica cuyo éxito podía tener, como consecuencia, las más grandes repercusiones jamás imaginadas. El estudio de los viajes temporales.
Lógicamente, en principio se pretendía comenzar la investigación estudiando los agujeros negros directamente y de forma más exhaustiva. Pero era obvio que la lejanía del más cercano de ellos era incompatible con la realización de pruebas in situ, así que se decidió imitar a menor escala y de forma controlada las condiciones de uno de esos cuerpos en instalaciones preparadas para ello.
Y tras muchas pruebas fallidas, se consiguió finalmente enviar luz a través del tiempo. Así comenzó la verdadera exploración de los viajes temporales y fue continuada por nuestro equipo. Aunque esta fue truncada por la tercera, y más tarde por la cuarta guerra mundial. A partir de ese momento, cambiar el tiempo se consideró como nuestra última y definitiva oportunidad de continuar. Y aunque casi nadie era consciente de aquello, esos treinta últimos años de investigación temporal habían sido los decisivos..."

Y todavía no publiqué el libro "EL LÍMITE"...

La NASA encuentra energía escapando de la gravedad de un agujero negro (2015).

Arnau Rodríguez Illamola, aquí, escribe sobre comunicación temporal de energía entre agujeros negros y puntos de luz (2008) en el libro no editado "El Límite" Lectores testigos: Jose Antonio Rodríguez Álvarez, Julio Rodríguez Álvarez, Diego Fraga Agudo, Javier Ortiz:


...


"Pero Hawking introdujo nuevas ideas y conceptos a las matemáticas de la relatividad para explicar el enigmático evento de los agujeros negros. Llegó a pensar que en esos cuerpos, por llamarlos de alguna forma, el comportamiento de la materia no seguía los parámetros establecidos para el resto del Universo. Los datos que él manejaba incluso le hicieron sugerir que en esos puntos oscuros, se creaban y se emitían partículas subatómicas, algo muy extraño hasta la fecha, pues, ¿cómo podían dispararse partículas en un agujero superando su fuerza gravitatoria?
-¿Atravesando el tiempo?
-Eso quisieron demostrar posteriormente. Pero en realidad, pese al entusiasmo inicial por tal posibilidad, la conclusión matemática final fue que esas partículas eran disparadas por las fuerzas de inercia  descomunales de las órbitas de atracción de la materia que sucedían en los agujeros. Sucede que la atracción ejercida por una fuerza gravitatoria puede alcanzar determinada magnitud que cierta materia, un porcentaje despreciable en realidad, de la masa atraída se vea expulsada por la inercia de fuga orbital. ¿Comprende?
-Habla de la fuerza centrífuga.
-Bueno, la fuerza centrífuga no es en sí misma una fuerza real, sino solo la consecuencia de mantener una inercia inicial en una órbita por tendencia al mantenimiento del movimiento, pero sí, puede decir fuerza centrífuga, para que nos entendamos.
Así que por esa vía, de viajes en el tiempo, nada de nada. Pero posteriormente hubo más sorpresas, resultó finalmente que en los agujeros negros había un balance negativo. No toda la materia se transformaba en energía gravitatoria o se liberaba escapando de esta. Se descubrió que había materia que literalmente, desaparecía. Durante muchos años se pensó que esos estudios estaban mal desarrollados. No era posible tal fenómeno, pues la ley de la conservación de la energía era un fundamento incuestionable y nada en el Universo podía entonces desaparecer, ni tampoco crearse de la nada.
-Solamente transformarse.
-Efectivamente, solamente transformarse. Ese es el único paradigma incuestionable. Así que se repitieron las mediciones una y otra vez con la esperanza de encontrar el fallo. Pero siempre se obtenían los mismos resultados. La teoría de la relatividad y las bases físicas fundamentales, en principio imperecederas, comenzaron a tambalearse hasta que Richard Pool tuvo una nueva e ingeniosa idea para encajar todo aquel puzzle y así salvar a la física de su aparentemente irremediable crisis. Pool pensaba obviamente que ni la luz ni la materia podrían desaparecer del Universo, ni tan siquiera en un agujero negro. Por lo tanto, aquella parte que no era convertida en energía gravitatoria del agujero tenía que encontrarse en algún otro lugar. En ese caso, como lo demostró posteriormente en sus matemáticas, en otro tiempo. De ese modo se mantenía la ley de la conservación de la energía, solo que ahora esta englobaba el espacio y el tiempo a la vez. Nada se crea ni se destruye en el Universo aunque sea a lo largo del tiempo... Fue como una revolución científica comparable al cambio que sufrió la física con Einstein. Incluso se creó un símbolo matemático solo para definir ese, "aunque sea".
Así pues, se propuso formalmente y por vez primera, que ciertas partículas viajaban temporalmente a través de los agujeros negros. Hasta ese momento, aquel supuesto solo podía leerse en novelas de ficción. Las expectativas del Universo y de sus posibilidades cambiaron entonces radicalmente. 
Evidentemente, fue mucho más tarde, como ocurrió con la relatividad general, cuándo se probó la teoría de Pool al descubrirse que en ciertas zonas del Universo se estaba creando luz de forma espontánea, aparentemente de la nada, desde ningún cuerpo, estructura o explosión de materia. Por lógica, a esos puntos sin masa pero luminiscentes, se les dio el nombre de puntos de luz.
Como puede suponer, fue en ese momento, tras descubrir la existencia de este fenómeno, cuando comenzó una extraordinaria empresa científica cuyo éxito podía tener, como consecuencia, las más grandes repercusiones jamás imaginadas. El estudio de los viajes temporales.
Lógicamente, en principio se pretendía comenzar la investigación estudiando los agujeros negros directamente y de forma más exhaustiva. Pero era obvio que la lejanía del más cercano de ellos era incompatible con la realización de pruebas in situ, así que se decidió imitar a menor escala y de forma controlada las condiciones de uno de esos cuerpos en instalaciones preparadas para ello.
Y tras muchas pruebas fallidas, se consiguió finalmente enviar luz a través del tiempo. Así comenzó la verdadera exploración de los viajes temporales y fue continuada por nuestro equipo. Aunque esta fue truncada por la tercera, y más tarde por la cuarta guerra mundial. A partir de ese momento, cambiar el tiempo se consideró como nuestra última y definitiva oportunidad de continuar. Y aunque casi nadie era consciente de aquello, esos treinta últimos años de investigación temporal habían sido los decisivos"...