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miércoles, 1 de septiembre de 2010

Las ciencias naturales


Las ciencias naturales son las ciencias que tienen por objeto el estudio de la naturaleza. Siguen el método científico: astronomía, biología, física, geología, química, geografía física


¿Cuándo se originaron las ciencias empíricas o naturales?

Esta es una cuestión difícil de abordar. Aunque se haya utilizado metodología científica para el estudio de fenómenos naturales en las civilizaciones fenicia, egipcia, precolombinas, helénica, en el imperio chino etc, puede asumirse que las ciencias empíricas formalizaron su existencia tras el renacimiento, en Europa, entre el siglo XVII y XVIII, ya que previamente a esta época, las ciencias empíricas no se encontraban, en ningún punto del planeta, separadas absoluta y formalmente del resto de las ideas provenientes de la razón (metafísica y filosofía) y de la fe (supersticiones y religiones).
Pero para explicar mínimamente esta idea, es necesario enmarcar brevemente la historia de las ciencias empíricas:
El ser humano, e incluso otras especies de homínidos contemporáneas a la nuestra y tal vez anteriores a esta, dotados de suficiente capacidad cerebral se han encontrado con infinidad de dudas e interrogantes sobre el entorno que les rodeaba, sobre fenómenos y hechos y sobre su propia existencia, y las primeras dudas al respecto estaban relacionadas con su propia supervivencia. De modo que al principio no estaban tan empujados a averiguar por qué o cómo sucede algo por su curiosidad, sino más bien por mera necesidad.
Pero en las coasiones en las que la pregunta aparecía por mera curiosidad, muchas veces, al no encontrar la respuesta y necesitarla para no seguir “inútilmente” esforzándose por averiguarla, recurrían a su imaginación para lograr explicaciones con las que estar a gusto. De estas preguntas y de esta imaginación surgieron los mitos, los rituales y las creencias, y a lo largo de la historia humana todo esto desembocó en el desarrollo de la metafísica, de la filosofía y de las religiones.
No obstante, en algunas ocasiones, determinadas preguntas planteadas por estos homínidos fueron resueltas de un modo racional, sin recurrir en ningún caso a su imaginación. Se asociaban hechos que se repetían después o junto a otros fenómenos y se entendían como una consecuencia de alguno de ellos. La asociación consciente de causalidades complejas de los fenómenos fue un evento clave para que nuestra especie llegara a interpretar que esa información podía ser aprovechada para su propio beneficio y ello propició decisivamente el éxito de la razón frente a los comportamientos instintivos del resto del reino animal.
El origen de los principios básicos de la ciencia empírica podría entonces datarse de la primera asociación racional causa-efecto del primer animal que lo ha logrado en la historia de la evolución. El registro más antiguo de este comportamiento se encuentra en el período del control del fuego, lo cual ha sucedido aproximadamente hace unos 500.000 años. No obstante, no hay pruebas para descartar que tal comportamiento de asociación de causalidad haya sido anterior al bipedismo del primer homínido, quizá en las copas de los árboles por parte de algún pre-homínido.
De todos modos, es importante señalar que siendo difícil distinguir en la actualidad las asociaciones instintivas de los fenómenos de ciertos animales de las asociaciones en las que ha intervenido un comportamiento racional, datar el origen de este comportamiento resulta casi imposible.
Hoy en día podemos encontrar numerosos comportamientos de muchos seres que parecen entender este tipo de relaciones, pero en la gran mayoría de los casos, esto no es consecuencia de comprensión o entendimiento, sino que solo ocurre debido a causas directamente provocadas por asociación y recuerdo de dicha asociación consecuencia del proceso evolutivo mediante selección natural de los individuos que por casualidad adquirieron estos comportamientos instintivos.
Como ejemplo claro y muy simple de esto podemos decir que, aunque todos los vertebrados evitamos entrar en contacto con el fuego porque asociamos este con el dolor, en la gran mayoría de las especies que la desarrollan, esta asociación no se debe a ningún proceso complejo en el que interviene la consciencia, la abstracción y la razón. La diferencia entre este comportamiento de protección y por ejemplo el comportamiento de dejar de fumar en las personas por asociarlo con un cáncer de pulmón y este con el malestar o la muerte, se debe a una causa importantísima, la intervención o no de la abstracción.
Es decir, de la comprensión, de la consciencia, de la imaginación y del uso de la razón.
A lo largo de la historia de la humanidad, muchas civilizaciones han usado conocimientos científicos empíricos y metodologías pseudocientíficas (funcionales debido a su parte científica) para su beneficio, y han prosperado gracias a ellas. Tanto las civilizaciones fenicia, egipcia, griega, romana, azteca, maya o el antiguo imperio chino por poner algunos ejemplos conocidos usaban el raciocinio para la explicación de numerosos fenómenos naturales y la fe o la superstición para fenómenos que ya no podían explicar con el uso de la razón.
Pero esa pre-ciencia todavía no tenía identidad propia y sus criterios estaban entremezclados con ideas metafísicas, filosóficas o religiosas. Es más, aunque en ciertas ocasiones se usaba, en realidad todavía no existía una metodología científica empírica formal.
Tras la caída del último de los más grandes imperios de la época antigua, el imperio romano, el mundo se quedó atrasado desde el punto de vista del desarrollo social, cultural, económico, político y tecnológico y Europa se sumió en la época oscura de la Edad Media que duró, si atendemos al criterio general de la mayoría de los historiadores, desde el siglo IV después de Cristo hasta el siglo XV. La mayoría de la población había abandonado las ciudades porque habían dejado de aportarles su sustento, y se habían instalado en los campos con lo que se recuperó una economía exclusivamente agraria, perdiéndose así, casi por completo, el comercio, en comparación con la época anterior. Se instauró un sistema feudal de clases en el que la nueva esclavitud se basaba en la defensa del pueblo campesino (los nuevos esclavos) a cambio de impuestos a la nobleza, la cual supuestamente se encargaba de esa defensa. Y una religión monoteísta ocupó un lugar esencial para el mantenimiento del sistema acaparando poder en forma de conocimiento y manteniéndolo alejado del pueblo, al que le convencía de continuar con la sumisión esclavista en favor de una libertad posterior. Sí, una vez ya hubieran sufrido lo suficiente para dejar hasta de existir en lo que llamaban vida terrenal. Es decir, la vida.
Durante este largo periodo poco progresó o cambió, y la tecnología existente casi solo consistía en la herencia de parte de la tecnología anterior o la reinvención de tecnología pasada ya olvidada. El desarrollo del conocimiento y en general, de las ideas sufrió un tremendo atraso y fue sustituido por el desarrollo del poder basado en la dependencia social en creencias, ritos y en el miedo a lo desconocido. Todo ello propiciaba que el poder se acumulara en clases sociales incuestionables. Mientras, todo el conocimiento recolectado del pasado fue conservado, pero también ocultado al resto de la población por parte de la iglesia, pues su poder en la sociedad feudal de la Edad Media dependía en parte de alejar el conocimiento y la información del pueblo. Un pueblo creyente que disperso, inculto, ignorante y temeroso de las instituciones eclesiásticas no podía representar ninguna amenaza al sistema feudal, al poder, establecido.
Pero el crecimiento de la población provocó a la larga la necesidad de unión y la reaparición de la clase ciudadana, lo cual propició una vez más, el comercio. Con todo ello, el poder comenzó a fragmentarse y las necesidades de las nuevas ciudades provocaron la recuperación del conocimiento antiguo por parte de la población y su incremento, sobre todo de conocimiento tecnológico. Con todo ello, la época oscura de la Edad Media fue dando paso a una nueva etapa, la era de la luz del Renacimiento. El miedo fue sustituido por la curiosidad y la importancia de Dios fue sustituida por la importancia del ser humano para el ser humano (pensamiento humanista). Todo ello sucedía con una enorme resistencia por parte de la Iglesia, pues, aunque la ciencia, que estaba iniciándose como el único modo formalizado de obtención de conocimiento no negaba la existencia de Dios, sí cuestionaba todo el conocimiento que las instituciones eclesiásticas presumían tener, punto por punto. La duda era la base de la ciencia, y al ser también la amenaza más temible de cualquier poder establecido, la lucha iba a ser intensa, e iba a alargarse de forma indefinida. Además, la propiedad de todo ese nuevo conocimiento comenzaba a carecer de sentido y con ello se cuestionaba el poder que la Iglesia consideraba que le correspondía.
En definitiva, esto fue el inicio de las circunstancias más favorables para el desarrollo de un nuevo modo de conocer el Universo, lo cual supuso la aparición de la ciencia tal como la entendemos hoy en día. Una ciencia que poco a poco tendría la incuestionable necesidad de separarse de las ideas religiosas hasta entonces vigentes. Cuando lo hiciese de forma indiscutible habría surgido lo que llamamos formalmente ciencia.
Fue en realidad durante el periodo del renacimiento, el periodo en el que esta comenzó a tomar forma, entre el siglo XV y XVI en Europa, concretamente en Italia y Francia.
Todo comenzó con una revolución filosófica, artística y social en Itala y Francia que tenía como eje fundamental la idea antropocéntrica de que el ser humano era el centro del Universo y como centro debía esforzarse por conocer sus propios privilegios. Curiosamente, el resultado de intentar conocer los privilegios del ser humano sobre lo que le rodeaba fue que tales privilegios no existían y tal antropocentrismo era un mero autoengaño, pero no dejó de ser una hipótesis refutada más y la constatación de que la realidad no siempre se ajusta a los deseos o a las ideas previas.
Aunque la intencionalidad seguía siendo meramente religiosa y espiritual, el conocimiento científico de la época debía separase de las ideas preconcebidas de las religiones y supersticiones que se habían heredado de la Edad Media. En esta tarea, al principio, por razones obvias, la ciencia se vio duramente impedida u obstaculizada por parte de la religión, pero con el tiempo, la religión se convenció de que la sustitución de sus antiguos postulados por los nuevos conocimientos científicos era un hecho irremediable.
Desde el origen de la ciencia empírica contemporánea, la convivencia entre fe y razón no fue nada sencilla. Pero entonce, en 1687 en Inglaterra se publicó “Philosophiae naturalis principia mathematica” dónde se expresaba matemáticamente el comportamiento del fenómeno físico de la gravedad con sus consecuentes posibles predicciones desde el marco de la mecánica clásica y este fue el detonante que llevó a concluir más tarde que ya era indicutible que el ser humano debería seguir el criterio del método científico para explicar el Universo aunque contradijese las creencias personales u opiniones del propio investigador, porque el método, aún nodel todo formalizado ni con Isaac Newton, era evidente que funcionaba.
Con todo ello, finalmente, tras la intervención de los filósofos del siglo XVIII como Kant, se postuló un método científico formal en el que aún se basa la ciencia actual y que presumiblemente no cambiará mientras la ciencia continúe, por el cual quedan establecidas unas bases que garantizan el éxito de la ciencia empírica como sistema de conocimiento del Universo. . Tanto es así, que en realidad se asume que la ciencia empírica apareció formalmente con la publicación de su libro Crítica de la razón pura en 1781. Esta obra ha servido como la formalización completa del funcionamiento de la ciencia empírica, revisada posteriormente por Popper que, cambiando la verificabilidad empírica de las hipótesis por la superación de refutaciones, consiguió zanjar el método óptimo de creación de aproximaciones no incuestionables a la realidad en las ciencias empíricas.
 
Una vez descrita la ciencia, (ver http://drarnau.blogspot.cz/2011/09/la-ciencia.html) y las ciencias naturales, pasemos a tratar la investigación en las ciencias naturales. (ver http://drarnau.blogspot.cz/2011/09/investigacion-en-ciencias-naturales.html)