Viene de aquí.
Todo lo expuesto hasta ahora está asumido como muy probable por la inmensa mayoría de científicos expertos en el tema aproximadamente desde los años 80. De
hecho, la mayoría de los efectos de este cambio climático aquí descritos, llevan
sucediendo desde décadas a cierto nivel.
Como ya se ha expuesto
previamente (Investigación en ciencias naturales), todas
las hipótesis científicas están expuestas a dudas, y estas hipótesis van
atravesando pruebas en su contra de forma que si las superan llegan a
convertirse o a integrarse en teorías o teoremas en su caso. Pues
bien, la idea de que actualmente sucede un cambio climático terrestre en gran
parte por acción y responsabilidad humana y su retardo de respuesta para
frenarlo ya ha dejado de ser una hipótesis desde hace varias décadas y está
demostrado y aceptado unánimemente por toda la comunidad científica.
Pero
pese a este consenso científico, la sociedad, sobre todo en los países denominados
desarrollados, no paró de recibir y sigue recibiendo (2012), mensajes de
contenido muy diverso y en muchos casos contradictorios acerca del cambio
climático y de sus posibles repercusiones, y aunque pueda resultar paradójico,
la realidad es que estos mensajes muy escasamente proceden directamente de
científicos que trabajan en la investigación del cambio climático sin ninguna
vinculación o financiación empresarial y por lo tanto, de forma presumiblemente
no interesada, sino que generalmente son ofrecidos por personas, instituciones
o empresas que al margen de sus intereses por informar lo que informan, la
mayor parte de las veces, lo hacen sin tener ninguna vinculación con ninguna
carrera científica.
¿Qué
ocurre entonces con la investigación del cambio climático para que sea un caso
tan especial respecto a la gran mayoría de los demás estudios científicos?
Obviamente
la respuesta está en que el producto resultante del estudio sobre este tema es,
de momento, inaceptable para el sistema establecido. Hay poderes a quienes les
conviene que la verdad se ignore, cosa que es muy recurrente a lo largo de
historia de la humanidad. Pese a que la tecnología disponible nos permite desde
hace años comenzar un cambio de integración de otro tipo de energías libres de
contaminación por gases invernadero y pese a que es factible un cambio social
para integrar estas nuevas posibilidades, todavía no existen esfuerzos
significativos en ese sentido. Las empresas que más han investigado en energías
alternativas o comprado patentes de tecnologías capaces de optimizarlas son
precisamente aquellas que han explotado el petróleo, el carbón, el gas natural
y la energía térmica desde que se ha podido. Y la razón por la cual intentan
evitar a toda costa un cambio en el modelo energético es porque la fuente
energética de los combustibles fósiles todavía son fácilmente explotables y rentables
y con ellas el mercado es fácilmente monopolizable. Estas empresas son
conocedoras de que la escasez de estas fuentes provocará relativamente pronto
que no compense su explotación y es por ello que invierten esfuerzos y dinero en
investigar alternativas y en comprar patentes encaminadas a dichas alternativas
para evitar una futura competencia en el sector.
Pero
mientras tanto, los perjuicios que provoca la explotación de estas energías
continua: conflictos bélicos por el recurso energético, polución del aire, de
océanos y cambio climático, y conflictos bélicos por la escasez de agua dulce
en dónde el cambio climático está implicado.
http://drarnau.blogspot.cz/2012/11/actque-ocurre-en-espana.html
Pero hagamos un salto al futuro y veamos que pasa en pleno 2017: Pues por lo que parece, yo me asomé, y negando o aceptando que el cambio climático sucede y es por causas mayoritariamente relacionadas con la actividad humana, la cosa pinta de Guatemala a Guatepeor. Pese a que todo puede darnos sorpresas positivas, sobre todo en una época en la que la tecnología se desarrolla tan precipitadamente:
Actual calentamiento global VI: ¿Cómo evolucionan las cosas?
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