Basar
la economía española en el negocio ficticio de la especulación
inmobiliaria fue claramente lo que provocó el derrumbamiento de todo el
sistema económico español de enriquecimiento y lo que puede provocar un
empobrecimiento agudo de la sociedad. Procesos similares ya han ocurrido
en múltiples casos en empresas realmente inexistentes o ficticias como
ENRON, o en negocios-fantasma como las empresas punto-com, que casi
provocaron algo similar en Islandia a lo que le ocurrió a España con la
inmobiliaria. Todos estos negocios tienen en común dos cosas, que
algunos se enriquecen con el timo, y toda una enorme lista de
accionistas o todo un país se perjudica en un grado o en otro a causa de
este.
Si bien es cierto que la banca propició que la
especulación inmobiliaria se extendiera como negocio aparentemente
interminable, también es verdad que fueron los ciudadanos quienes
optaron por beneficiarse de esos incoherentes préstamos hipotecarios sin
sospechar siquiera lo que claramente iría a suceder tarde o temprano, o
a sabiendas. Y el gobierno de turno (PP) no evitó en ningún momento que
tal situación continuara, sino que facilitaba y se involucraba
corruptamente en el propio negocio inmobiliario. Pero, obviamente, ese
mismo gobierno hacía su política por elección, una vez más, de los
propios ciudadanos. Por tanto, sea inconsciente o conscientemente, la
gran mayoría de los españoles hemos participado en propiciar esta
situación de crisis económica que vivimos actualmente.
Cabe
indicar que, al margen de que toda la economía española está endeudada y
que la mayoría se ha endeudado por más de lo que nunca podría haber
adquirido, ciertos grupos de poder están dispuestos a conseguir
beneficios con mensajes alarmistas, que si bien pueden estar cerca de la
realidad, solo provocarán una mayor y más rápida caída de la economía
del país y posiblemente de sus vecinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario