Por
lo visto, reducir el gasto público. Hubo una mención al cambio
paulatino de la base económica del país a incentivar la tecnología, la
inversión y la producción y exportación de energía renovable pero se
quedó en una mera cita que no se repitió. El gobierno de España parece
actuar ahora como si la situación económica del país fuese consecuencia
directa de la situación de la economía mundial, por lo que la decisión
es ir sobrellevando la crisis como se pueda hasta que esta cese.
He
aquí dos graves errores, la situación económica mundial puede no
mejorar y aunque mejore, la situación económica de España puede
mantenerse igual o empeorar si no se trata su economía de forma
independiente de lo que ocurre globalmente. Pues aunque la globalización
puede empeorar la economía de un país, es muy complicado que la mejore,
y si lo hace, solo sucedería por simple coincidencia. Esto sucede
porque la globalización de la economía capitalista no está sujeta a la
economía real de la oferta y la demanda, al menos no en todos los casos.
Y
el único cambio para incentivar el mercado español ha pasado por
otorgar dinero en forma de préstamos a …, a la propia banca. Todos los
ciudadanos estamos pagando nuestros impuestos, no ya a una empresa, sino
a los mismos bancos que han provocado el descalabro, y el gobierno,
supuestamente, tiene así la esperanza de que con esos gestos, la banca
corrija sus errores. Esos muchos ciudadanos se preguntan entonces, ¿Es
esperable que otorgar cerillas y gasolina a un pirómano sirva para su
rehabilitación?
Por otro lado ya se empieza a escuchar
que es necesario reactivar el negocio inmobiliario desde otras
perspectivas como la rehabilitación de pisos usados o el alquiler. No
son medidas criticables en un principio, pero si se está pensando solo
en eso, supondría que volvemos de nuevo a la misma fórmula, y las mismas
fórmulas suelen tener, con fortuna, resultados muy similares.
Visto
lo visto, los ciudadanos ven indignados como un gobierno presuntamente
de izquierdas toma medidas propias de la derecha, y la derecha critica
dichas medidas, ¿posicionándose en la izquierda o enviando el mensaje de
que para políticas de derecha “dejadnos el gobierno a nosotros, que
somos más drásticos y ágiles en ese terreno”?. Así que la ciudadanía
parece estar pensando (como es lógico pero no razonable) en culpar al
gobierno de la situación económica actual y ven necesario un cambio de
gobierno (como es lógico y razonable), a la derecha (¿cómo es lógico y
razonable?). Así que, por lo tanto, y como ha sido siempre, al menos los
gobiernos, sus reacciones y sus decisiones son responsabilidad de todos
nosotros. No así su capacidad de operación, la cual puede ser mucho más
limitada de lo que en principio parece, y de lo que hablaré en otra
ocasión.
Es cierto que las leyes electorales provocan
una situación en la que se alternan indefinidamente los dos partidos
mayoritarios PP y PSOE que, aunque significativamente distintos, en
políticas básicas reproducen las mismas respuestas que llevan a
resultados penosos para la sociedad, alabando o en todo caso,
permitiendo la esquizofrénica dictadura del mercado, pero, esto no
excluye la responsabilidad de la población en tal situación. Aunque las
leyes electorales están diseñadas para que los gobiernos resultantes
sigan las instrucciones-suicida de la banca. Hasta ese punto sucede
porque toda la sociedad en su conjunto lo tolera.
El
primer y más importante paso para encontrar un gobierno con respuestas
alternativas al seguidismo de la banca sea esta internacional o
nacional, es el hecho de reconocer que la propia democracia española
está diseñada para el control de los verdaderos grupos de poder
empresariales y/o financieros que finalmente juegan con las personas
(trabajadores-esclavos en países emergentes), con los estados
(Argentina) e incluso con los continentes (Europa en escasos años, si no
se frena esta barbarie delictiva, criminal e incluso homicida del TODO
VALE). Las querencias mayoritarias de la población española no están
reflejadas en ninguna actuación política parlamentaria, ergo, la
democracia por definición, en España, no existe. ¿Existió en alguna
ocasión? Pues tampoco, pero en la época casual de las vacas gordas,
nadie se preocupaba por ello y ahora, estamos empezando a ver las
consecuencias de qué ocurre cuando la voluntad ciudadana mayoritaria no
repercute en las respuestas políticas que esa voluntad dictamina.
Y
es que hasta que no se sustituya la le D´ont y la actual ley electoral
de circunscripciones en el estado español y la ley electoral respecto a
los familiares de emigrantes no residentes en Galicia el bipartidismo se
turnará indefinidamente hasta que no diferenciemos dónde empieza un
partido político y dónde acaba otro.
De todos modos,
siendo prácticos enunciaré una frase muy reciente de quien quiere ser
responsable de la economía española dada la irresponsabilidad por la
cual acusa al gobierno actual de la situación actual de España:
“Mientras
no se demuestre lo contrario, para mi Camps es inocente” Mariano Rajoy
Junio 2010, en plena crisis económica nacional y mundial, mientras avala
un recurso para tumbar un auto contra Camps en el Tribunal de Valencia
por cohecho y financiación ilegal.
Ustedes deciden.
Todos nosotros decidiremos. Y la irresponsabilidad de nuestros
dirigentes, del sistema político, de la situación económica y social
seguirá siendo también nuestra, por ponerlos en el poder de un sistema
sin cambios.
Excusar la falta del ejercicio de
razonamiento, opinión o moral simplemente apoyándose en la ignorancia es
el mayor acto de cobardía, pues el conocimiento es fácilmente accesible
y un conocimiento riguroso no es estrictamente necesario para aplicar
una cadena de razonamientos dada cualquier situación previamente
descrita.
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