En
España, la energía solar tiene un impuesto para que no se use. No hay
declaración pública gubernamental que demuestre mejor que esta situación
kafkiana al máximo nivel, única en la Tierra, el absoluto terror que le tienen las compañías dupolio españolas, dada su eficacia y costes
cercanos a la gratuitidad. Esto solo se debe a que nuestro país es un reino de pandereta desde tiempos de los católicos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario