Bueno, siempre pretendí abordar por qué no es muy recurrente el tema de la reconciliación entre el aceite y el agua. ¡Pues porque no pueden reconciliarse en disoluciones mágicas a pH 7 y temperatura de 25 ºC! ¡Uno es hidrosoluble y el otro liposoluble! Bueno, pues entonces, ¿por qué tanta manía con la ciencia y la religión?
Para ahorrarme una entrada voy a aprovechar un comentario propio reciente que derivo de algo que me encontré por facebook. Pese a que el titular pinta bien, si se sigue la dirección web uno se encuentra con cosas que rechinan a cualquiera con mente mínimamente científica:
Y claro, el gato ataca:
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