Arnau Rodríguez Illamola, aquí, escribe sobre comunicación temporal de energía entre agujeros negros y puntos de luz (2008) en el libro no editado "El Límite" Lectores testigos: Jose Antonio Rodríguez Álvarez, Julio Rodríguez Álvarez, Diego Fraga Agudo, Javier Ortiz:
...
"Pero Hawking introdujo nuevas
ideas y conceptos a las matemáticas de la relatividad para explicar el
enigmático evento de los agujeros negros. Llegó a pensar que en esos cuerpos,
por llamarlos de alguna forma, el comportamiento de la materia no seguía los
parámetros establecidos para el resto del Universo. Los datos que él manejaba
incluso le hicieron sugerir que en esos puntos oscuros, se creaban y se emitían
partículas subatómicas, algo muy extraño hasta la fecha, pues, ¿cómo podían
dispararse partículas en un agujero superando su fuerza gravitatoria?
-¿Atravesando el tiempo?
-Eso quisieron demostrar posteriormente.
Pero en realidad, pese al entusiasmo inicial por tal posibilidad, la conclusión
matemática final fue que esas partículas eran disparadas por las fuerzas de
inercia descomunales de las órbitas de
atracción de la materia que sucedían en los agujeros. Sucede que la atracción
ejercida por una fuerza gravitatoria puede alcanzar determinada magnitud que
cierta materia, un porcentaje despreciable en realidad, de la masa atraída se
vea expulsada por la inercia de fuga orbital. ¿Comprende?
-Habla de la fuerza centrífuga.
-Bueno, la fuerza centrífuga no es en sí
misma una fuerza real, sino solo la consecuencia de mantener una inercia
inicial en una órbita por tendencia al mantenimiento del movimiento, pero sí,
puede decir fuerza centrífuga, para que nos entendamos.
Así que por esa vía, de viajes en el
tiempo, nada de nada. Pero posteriormente hubo más sorpresas, resultó
finalmente que en los agujeros negros había un balance negativo. No toda la
materia se transformaba en energía gravitatoria o se liberaba escapando de
esta. Se descubrió que había materia que literalmente, desaparecía. Durante
muchos años se pensó que esos estudios estaban mal desarrollados. No era
posible tal fenómeno, pues la ley de la conservación de la energía era un
fundamento incuestionable y nada en el Universo podía entonces desaparecer, ni
tampoco crearse de la nada.
-Solamente transformarse.
-Efectivamente, solamente transformarse.
Ese es el único paradigma incuestionable. Así que se repitieron las mediciones
una y otra vez con la esperanza de encontrar el fallo. Pero siempre se obtenían
los mismos resultados. La teoría de la relatividad y las bases físicas
fundamentales, en principio imperecederas, comenzaron a tambalearse hasta que
Richard Pool tuvo una nueva e ingeniosa idea para encajar todo aquel puzzle y
así salvar a la física de su aparentemente irremediable crisis. Pool pensaba
obviamente que ni la luz ni la materia podrían desaparecer del Universo, ni tan
siquiera en un agujero negro. Por lo tanto, aquella parte que no era convertida
en energía gravitatoria del agujero tenía que encontrarse en algún otro lugar.
En ese caso, como lo demostró posteriormente en sus matemáticas, en otro
tiempo. De ese modo se mantenía la ley de la conservación de la energía, solo
que ahora esta englobaba el espacio y el tiempo a la vez. Nada se crea ni se
destruye en el Universo aunque sea a lo largo del tiempo... Fue como una
revolución científica comparable al cambio que sufrió la física con Einstein.
Incluso se creó un símbolo matemático solo para definir ese, "aunque
sea".
Así pues, se propuso formalmente y por vez
primera, que ciertas partículas viajaban temporalmente a través de los agujeros
negros. Hasta ese momento, aquel supuesto solo podía leerse en novelas de
ficción. Las expectativas del Universo y de sus posibilidades cambiaron
entonces radicalmente.
Evidentemente, fue mucho más tarde, como
ocurrió con la relatividad general, cuándo se probó la teoría de Pool al
descubrirse que en ciertas zonas del Universo se estaba creando luz de forma
espontánea, aparentemente de la nada, desde ningún cuerpo, estructura o
explosión de materia. Por lógica, a esos puntos sin masa pero luminiscentes, se
les dio el nombre de puntos de luz.
Como puede suponer, fue en ese momento,
tras descubrir la existencia de este fenómeno, cuando comenzó una
extraordinaria empresa científica cuyo éxito podía tener, como consecuencia,
las más grandes repercusiones jamás imaginadas. El estudio de los viajes
temporales.
Lógicamente, en principio se pretendía
comenzar la investigación estudiando los agujeros negros directamente y de
forma más exhaustiva. Pero era obvio que la lejanía del más cercano de ellos
era incompatible con la realización de pruebas in situ, así que se decidió
imitar a menor escala y de forma controlada las condiciones de uno de esos
cuerpos en instalaciones preparadas para ello.
Y tras muchas pruebas fallidas, se
consiguió finalmente enviar luz a través del tiempo. Así comenzó la verdadera
exploración de los viajes temporales y fue continuada por nuestro equipo.
Aunque esta fue truncada por la tercera, y más tarde por la cuarta guerra
mundial. A partir de ese momento, cambiar el tiempo se consideró como nuestra
última y definitiva oportunidad de continuar. Y aunque casi nadie era
consciente de aquello, esos treinta últimos años de investigación temporal
habían sido los decisivos"...
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